
Andenizando el Mundo
¿Por qué son importantes los andenes?
Su importancia se traduce en las múltiples ventajas que logra la producción agrícola como:
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Mantiene la tierra en las laderas inclinadas permitiendo que la tierra agrícola de las chacras no se pierda por la erosión del agua o por las labores agrícolas que se realizan (araduras, siembra)
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Se aprovecha mejor el agua de riego y de las lluvias, en las laderas el agua ya sea de riego o de lluvias tiende a correr hacia abajo y desperdiciarse, arrastra la tierra agrícola, no penetra fácilmente y necesita más tiempo para humedecer el suelo y mantener los cultivos.
Se aprovecha mejor los abonos, los suelos de andenería conservan y mejoran su fertilidad natural. Los fertilizantes incorporados, que son caros y escasos, son aprovechados al máximo por los cultivos que se desarrollan buenos y parejos. En zonas de ladera el suelo no desarrolla su fertilidad natural y los abonos incorporados se pierden fácilmente sin ser aprovechados por las plantas las que crecen débiles y en forma desigual.
En los terrenos de ladera donde se dificulta la eficiente ejecución de los trabajos agronómicos, la yunta no ara a profundidad, las siembras no son uniformes; el manejo de cultivos es desordenado e ineficiente. Los andenes permiten realizar mejor estas labores.
Durante el día reciben radiación del sol de diferentes direcciones (muros y terraza), de noche producen irradiación creando un clima templado favorable para los cultivos. Las zonas de ladera y pampa reciben radiación de una sola dirección y por irradiación pierden fácilmente el calor recibido debido a su amplitud por lo que estas chacras siguen siendo frías de noche, perjudicando a los cultivos.
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Orígenes:
Se estima que su construcción fue iniciada hace aproximadamente 3 000 años a.C., desarrollándose junto a la expansión del cultivo de maíz.
Los antiguos habitantes de la región andina, al necesitar tierras de cultivo adicionales a las que les ofrecían sus estrechos valles, intentaron ganar esas tierras a costa de las montañas y crearon los primeros andenes.
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Los Wari: (siglos VI a X)
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Antes del surgimiento de la cultura Wari se desarrolló en la zona de Ayacucho una cultura de menor complejidad que marcó el tránsito de una sociedad rural-aldeana a una de carácter urbano. Para el arqueólogo Luis Lumbreras, Huarpa resultó culturalmente más pobre que otras culturas más o menos contemporáneas como Moche y Nazca. A pesar de ello logró dominar el medio geográfico y explotar ampliamente los recursos agrícolas Ante la baja productividad de la tierra se realizaron importantes obras de canalización y drenaje y, sobre todo, se crearon terrazas agrícolas que ampliaron notablemente la superficie cultivable. Estas terrazas o andenes construidos en las laderas de los cerros suelen ubicarse cerca de los asentamientos Huarpas. Generalmente la gente huarpa vivía en aldeas, pero habría existido por lo menos una ciudad conocida como Ñahuimpuquio ubicada a 3000 metros en una zona desde donde podía controlarse el agua de riego. Allí existen restos de grandes construcciones, viviendas, plazas, corrales y acueductos. Se sabe que Ñahuimpuquio también habría sido ocupada posteriormente por los huari.
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Las influencias foráneas
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La sociedad huarpa, a pesar de ser un antecedente, no explica por sí sola el surgimiento de la cultura Wari. Desde tiempos muy remotos existió una importante relación entre la zona de Nazca y la de Ayacucho que se intensificó con los huarpa, quienes se enriquecieron culturalmente a expensas de los costeños. Adicionalmente, alrededor del siglo VII, la influencia religiosa y artística venida del altiplano será de gran importancia para marcar cambios trascendentales. Así, de la suma de Huarpa, Nazca y las influencias Tiahuanaco surge una nueva sociedad más compleja, de carácter urbano, que llegará a caracterizar toda una etapa de nuestro pasado prehispánico.
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Conchopata y Chakipampa
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Estos dos yacimientos arqueológicos situados en Ayacucho corresponden a los orígenes de la cultura Wari. Ambos sitios dan su nombre a estilos cerámicos. El estilo Conchopata muestra iconografía proveniente de Tiahuanaco como por ejemplo el Dios de los Báculos. El estilo Chakipampa muestra influencia de la zona de Nazca. Tanto Conchopata como Chakipampa habrían sido comunidades-templo. Se cree que de la unión de ambos estilos cerámicos se habría producido el de Wari.
En los siglos sucesivos se perfeccionó la técnica de construcción de andenes, incorporando capas de diferentes materiales al relleno, para controlar mejor el drenaje de los mismos frente a las lluvias. En el siglo XV, los incas invirtieron recursos considerables no solo en los rellenos sino en la calidad de los muros de piedra.
Evolución de la construcción en el pasado
Los primeros y más comunes son los andenes de “producción”, construidos con piedras toscas del campo y paredes relativamente bajas. Tales andenes tienden a seguir el contorno natural de las pendientes y no estaban asociados necesariamente con poblados cercanos.
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El segundo tipo se conoce como “andenes de alto prestigio”. Estos andenes están más limitados en extensión, pero están integrados a asentamientos poblacionales. Están identificados por los muros altos hechos de piedras finamente canteadas, los que pueden inclinarse hacia la pendiente. A menudo tienen escaleras y complejos sistemas de agua, algunas veces con fuentes o “baños”. Estos andenes especiales se adaptan menos a los contornos naturales y más bien moldean artificialmente las laderas de los cerros en líneas rectas, curvas y en zigzag.
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Una tercera variedad de andenes es una combinación de las terrazas de producción y las de alto prestigio, en lo que al tamaño y variedad de su albañilería se refiere. Estos andenes moldean el paisaje u otras áreas abiertas en formas nuevas, pero no tan dramáticamente ni con un trabajo tan fino de la piedra como los andenes de alto prestigio.
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Mucha energía humana se invirtió en la construcción de las terrazas agrícolas elegantes y en la reingeniería del paisaje, más que en la construcción de cualquier asentamiento incaico fuera de la región del Cusco. Su costosa construcción diferencia estas estancias reales de la mayoría de los asentamientos estatales.
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La conexión entre los andenes de alto prestigio con las propiedades de la realeza no explica suficientemente porqué estas elaboradas terrazas agrícolas formaron parte de los asentamientos poblacionales. La introducción de andenes en el diseño de los poblados está influenciada por aspectos de la religión inca que involucraba complejos ritos basados en el ciclo de crecimiento de varios cultivos, en los que el maíz tuvo particular importancia.
El Inca y sus nobles efectuaban distintos rituales, y numerosas fuentes históricas tempranas hacen notar que tierras especiales fueron separadas para los incas y la religión estatal. De este modo debemos considerar a los andenes de alto prestigio como lugares altamente simbólicos donde se podía sembrar maíz y otros cultivos, y donde se podía llevar a cabo rituales agrícola en áreas cercanas a la residencia real.
Tipos de andenes:
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Entre las áreas terraceadas, son fácilmente distinguibles diferentes estructuras de andenes. Sin embargo, existen dos tipos claramente diferenciables:
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Los andenes de banco o “bancales”, cuya plataforma es a nivel o casi a nivel. Pueden o no presentar paredes de piedra, existiendo también una evidente diferenciación arquitectónica. Así, se aprecia andenes de banco cuyos muros presentan acabados perfectos de piedra enchapada, con uniones muy precisas.
Es el caso de los andenes de Písac y Tipón (Cusco), por ejemplo, que hacen suponer que estas estructuras hayan sido de corte ceremonial, o destinadas al ornato de edificaciones de gentiles, al culto, o tal vez a fortificaciones. Esto explicaría que los campesinos del sur del Perú conozcan a los andenes también por el nombre de “gentileras”.
Otro grupo de andenes de banco, como los existentes en la vertiente occidental sur-andina, presentan paredes de piedra “pircada”, es decir, dispuesta ordenadamente, pero sin acabados. Las uniones no son exactas, pudiendo o no tener argamasa de barro, lo que permite su desarmado y rápida reparación.
Los muros de estos andenes pueden ser también de tierra o de champa (tierra húmeda que se extrae con pasto en crecimiento, en forma de bloque), con esfuerzo vegetal. Generalmente, la existencia de muros de piedra es más propia de lugares donde este material abunda, como es el caso de la vertiente occidental andina en general.
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Los andenes de pendiente o “bargones”, también conocidos como andenes populares o “pata – pata”, donde solamente se ha suavizado la pendiente natural de las laderas haciendo muros de contención. Estos pueden ser de material vegetal (arbustos y malezas) o de piedra (cuando esta existe).
Usualmente son de muy poca altura, y su finalidad es contener y estabilizar progresivamente la tierra que resbala por la pendiente por acción de las lluvias. Este tipo de andenes es más fácil de construir, pues no demanda nivelación de las plataformas ni mayor levantamiento de los muros.
Los bargones con barrera vegetal usados por los antiguos pobladores andinos son considerados hoy una práctica agroforestal de manejo eficiente de laderas.
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Los andenes de banco predominan en las vertientes occidental y oriental, mientras que los andenes de pendiente son más abundantes en la sierra interandina.
Estructura
Los andenes generalmente tienen una longitud que oscila entre 4 y 100 m, por un ancho que va desde 1,5 a 20 m; la terraza se encuentra sostenida normalmente por tres muros de piedra, de los cuales el de mayor longitud tiene la sinuosidad de la curva de nivel de la ladera y los otros dos en los extremos del andén, van paralelos con la máxima pendiente adyacente a la acequia y el camino empedrado o sólo a la acequia.
Los muros miden normalmente entre 0,5 y 2 m de altura llegando ocasionalmente a 3 m.
La estructura interna del andén consta de tres estratos, donde la capa del fondo es de piedras grandes, seguido de una capa intermedia de ripio o gravas y una capa superficial de hasta 0,7 m de tierra agrícola, que a veces es transportado de otro lugar. La estratificación por capas de tamaños diferentes permite un mejor drenaje, están equipadas con canales de regadío de piedra para distribuir el agua de irrigación, y una mayor estabilidad a la plataforma con piedras sobresalientes en la parte anterior de las terrazas que sirven como escalones, disminuyendo así las fuerzas sobre el muro.